La maquinabilidad es la aptitud de las fundiciones para ser mecanizadas.
Al fabricar una pieza, después de su fundición, es necesario maquinarla (fresado, torneado, etc) a fin de eliminar rebabas, mejorar el acabado superficial, etc.
En general los materiales fundidos tienen una buena maquinabilidad.
La soldabilidad es la capacidad de las fundiciones para ser soldadas.
En general tienen una soldabilidad muy mala. Además el material de aporte en la soldadura debe ser muy similar al de la pieza o de mejor calidad. En concreto, las fundiciones de hierro sueldan con gran dificultad. Es preciso calentar mucho la pieza y, con facilidad, se producen grietas. Al soldar aluminio se emplea un material de aportación de Al hasta un 5% de Mg o Si. Las aleaciones de Al sueldan bastante mejor. Los aluminios más adecuados son los débilmente aleados con Si, Zn o Mg.